UN PASEO POR EL CERCANO NÚCLEO DE BOTAYA

Ubicado en una hondonada de la Sierra de San Juan de la Peña, muy cerca del Monasterio de San Juan de la Peña, se encuentra el pequeño enclave de Botaya, perteneciente al municipio de Jaca y uno de los pueblos que forman parte del Parque Cultural de San Juan de la Peña, creado en 2001 para proteger e impulsar un territorio unido por su magnitud histórica y patrimonial.

El bello paisaje montañoso y de bosques que lo circundan hacen de este un destino un lugar ideal para disfrutar de la tranquilidad y naturaleza de este punto del corazón del Prepirineo jacetano.

Vale la pena un paseo para descubrir su interesante iglesia parroquial dedicada a San Esteban. Construida entre los siglos XI y XII, su aspecto actual corresponde al siglo XVII cuando fue casi totalmente reconstruida. Es una construcción sólida con varios contrafuertes en el exterior y dos estrechas ventanas en arco de medio punto, pero su elemento más interesante lo encontramos en uno de sus muros donde se encuentra empotrada la primitiva portada románica, un tímpano con decoración románica en relieve.

En sus calles se describe un caserío pirenaico de arquitectura tradicional, con casas rotundas de muros de mampostería, chimeneas decorativas y espantabrujas. Su plaza central alberga casas históricas como Casa el Herrero y Casa Francha, junto al antiguo horno común, ahora centro social.

En su entorno encontramos hasta cuatro ermitas. Románicas del siglo XII son las de San Clemente y de San Miguel, y también se encuentran las de las pardinas de Bolartal y Botayuela.

Varias rutas y senderos recorren el entorno natural, uno de los más recomendables es el que une Botaya con la vecina localidad de Osia.

La historia de Botaya ha estado íntimamente ligada a la del Monasterio de San Juan de la Peña hasta 1967 en que se incorporó al municipio de Jaca. El fogaje que Fernando el Católico ordenó en 1495 daba a Botaya seis fuegos.

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