Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña como monumento nacional, una declaración que se celebra con la singular exposición ‘Viajeros y fotógrafos en San Juan de la Peña 1840-1980’. Se trata de una muestra que además de conmemorar esta efeméride, sobrevuela por la historia del conjunto de los dos monasterios, sus restauraciones y su entorno natural, y da cuenta de cómo para eruditos, fotógrafos, estudiosos y arquitectos fue lugar de admiración y punto de mira de sus objetivos.
Por aquí pasaron muchos fotógrafos de arte, ya que es a principios del siglo XX cuando se desarrollan grandes repertorios monográficos documentales como el Archivo Mas de Barcelona o el Archivo de Arte Aragonés, y otros artistas, aficionados o arquitectos como Jalón Ángel, Félix Álvarez, Mariano Morlans o Ricardo Magdalena.
Entre todos los prohombres que recorrieron el entorno se encuentra Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), quien lo inmortalizó en varias instantáneas a finales de la década de 1870. Los testimonios del insigne científico se tomaron en un periodo de convalecencia por su maltrecha salud en aquellos años, que llevó a su padre a enviarle al balneario de Panticosa para su recuperación, y desde donde se trasladaría durante varios meses a San Juan de la Peña.
Tal y como se explica en el catálogo de la exposición, durante esta estancia y posteriores visitas al cenobio, el futuro premio Nobel tomó una serie de instantáneas de sus claustros, portadas, panorámicas del entorno e imágenes de su hermana Pabla.
La fotografía, junto con el dibujo, fue una de las pasiones de Cajal, quien la descubrió ya de muy joven cuando estudiaba bachiller en Huesca. Su legado atesora cientos de fotografías tomadas por él, entre las que se encuentran autorretratos, de paisajes, familia y amigos, además del uso y las investigaciones realizadas en la fotografía aplicada a sus investigaciones.
La exposición ‘Viajeros y fotógrafos en San Juan de la Peña 1840-1980’ puede verse en dependencias del Monasterio Nuevo, junto al punto de recepción de visitantes. Contiene elementos desde el año 1840, de los primeros dibujos del oscense Valentín Carderera, que viajó al monasterio tras su desamortización, hasta el año 1980, cuando la Diputación General de Aragón se hace cargo del monumento y se mejoran los accesos. El comisario de la exposición es Juan José Generelo.
El catálogo de la exposición contiene, además de las fotografías de la exposición, diversos estudios que explican el proceso de recuperación del monumento y su entorno, la restauración de los dos monasterios y el paso de algunos de estos fotógrafos y viajeros.