DESCUBRE ENA Y LA TALLA ROMÁNICA DE LA VIRGEN DEL CAMINO

El entorno del Monasterio de San Juan de la Peña se encuentra dentro del denominado Parque Cultural de San Juan de la Peña, un espacio que aglutina seis municipios y 28 núcleos en un territorio singular entre el río Aragón y el embalse de La Peña y las estribaciones prepirenaicas, que engloba destacados valores histórico-artísticos y naturales.

Entre estos núcleos se encuentra Ena, dentro del término municipal de Las Peñas de Riglos y situada a los pies del Monte Oroel, en la zona conocida popularmente como el ‘Sodoruel’. Se trata de un enclave pintoresco y de gran encanto, en el que se conservan documentos del siglo X que acreditan su vinculación con el Monasterio de San Juan de la Peña. Merece la pena acercarse a pasear por sus calles y descubrir los elementos de su arquitectura tradicional, su lavadero, la iglesia parroquial del s. XVIII o la ermita de la Virgen del Camino del s. XVI.

Ahora además, puedes observar la talla de la Virgen del Camino, que acaba de volver a la parroquial tras su proceso de restauración.

Iconográficamente la talla restaurada es una Virgen en Majestad sedente, del tipo Sedes Sapientiae o Trono de Sabiduría, expresión latina que hace referencia a este tipo de Theotokos o Madre de Dios, representada como trono de la divinidad, de su Hijo. En este caso, el niño Jesús está tallado independientemente, se une a la figura de la Virgen gracias a una espiga de madera y aparece sentado en el centro del regazo de su madre, entre sus dos rodillas, siguiendo el eje de simetría habitual en las primeras representaciones románicas de esta difundida iconografía mariana.

Ambas figuras se representan coronadas, frontales y sin apenas expresión en sus rostros. El Niño levanta su mano derecha en actitud de bendecir y con la izquierda sostiene un libro, mientras la Virgen extiende sus brazos en paralelo, enmarcando a su Hijo, y sostiene en la diestra una pequeña esfera representativa de la grandeza de Cristo. Estos rasgos permiten datar el conjunto escultórico en el segundo tercio del siglo XII.

El conjunto está realizado en madera de pino tallada, dorada y policromada, y en el momento previo a la intervención presentaba un estado de conservación deficiente y con presencia de suciedad y ennegrecimiento.

Esta restauración ha corrido a cargo de la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón, y ha sido realizada bajo la supervisión técnica del Servicio de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural, en las instalaciones del Museo Diocesano de Jaca, gracias a la colaboración de esta institución dependiente del Obispado de Jaca, que trabaja activamente en la conservación y difusión del patrimonio de su diócesis, a la que pertenece la iglesia parroquial de Ena.

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